Hay una búsqueda casi eterna por encontrar la Verdad. Movemos Cielo y Tierra para encontrarla. Nos mueve un empuje incesante, pero seguimos buscando afuera, creemos que debe estar lejos, que alguien la posee y nos la va a mostrar. Cuando creemos poseerla, la defendemos, incluso hasta la muerte, creyendo que es la única verdad,…
Pero, en algún momento nos hemos parado a pensar ¿Qué es la verdad?
Una definición posible de verdad, es: «Expresión que se usa para asegurar la certeza de algo», pero ¿qué es la certeza?…para nosotros, la certeza se SIENTE.
Otra definición es: «Conformidad de lo que se dice con lo que se SIENTA y piensa». Es decir, es una expresión (o sentencia) que está en coherencia absoluta con nuestro SENTIR, PENSAR, DECIR, y HACER.
¿Qué es la verdad para nosotros?
La verdad es mostrarse en esencia. Es no ocultarse. La verdad es retirar máscaras, es ser uno mismo y dejar de ser lo que me han dicho que debo ser, lo que la sociedad espera de mi.
La verdad en mi palabra es decir lo que siento y no lo que quieren oír.
La verdad en mi acción es hacer lo que siento y me dicta mi ser.
No seguir los parámetros establecido o copiando al otro, porque hay tantas verdades como personas. Pues cada cual tiene su verdad al ser coherente con su esencia y su sentir.
No hay una única verdad. No hay una verdad absoluta.
La verdad puede tener mil caras parciales que miradas en su conjunto, conectando la pura esencia de cada uno de nosotros forma una gran verdad, una fuente que puede ser dibujada, escrita, sentida, de manera diferentes por cada uno.
A medida que nosotros avanzamos nuestra verdad evoluciona, lo que demuestra que no es algo fijo, alcanzable e inamovible, sino que forma parte de nosotros.
Nuestra verdad es la propia coherencia con la Vida.
Mentir, más que no decir la verdad, o decir lo que no es, tiene más que ver con la intención oculta detrás de nuestras palabras o nuestros hechos. Es no mostrarse en esencia, falsear lo auténtico.
El concepto de verdad hoy en día es la excusa perfecta para iniciar la lucha, el conflicto. Se ha desprovisto de su significado esencial y se utiliza como un objeto preciado que se puede poseer. Todos queremos poseer LA VERDAD.
La verdad sirve de excusa para tener razón, para querer ganar, para poder menospreciar.
Sentirse poseedor de la verdad es tanto como decir que no amo o no respeto al otro porque no le otorgo la opción de sentir, ver, pensar a su manera.
Incluso ante un hecho que pueda parecer objetivo, vamos a tener tantas verdades como realidades hayan vivido el hecho en si. Y todas esos sentires (verdades) serán verdad de manera individual.
Olvidémonos de querer poseer la verdad (tener razón). verdaderos, auténticos. No nos ocultemos. No dejemos de ser coherentes con nuestro Sentir.
Si plasmamos está esencia en lo que decimos y hacemos, lo que digamos o hagamos, no mentirermos, ni nuestros ojos tampoco. Es más, ayudará a que aflore lo esencial en el mundo.
La Esencia es mucho más importante que la Verdad.
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