¿En que Creer?

Oct 2023

Uno de los problemas que tenemos es que no nos damos cuenta de que nuestro mundo está construido sobre una malla de creencias entrecruzadas que dan solidez a nuestra visión, nuestro paradigma y enfoque vital. Pensamos que las cosas son como son, que se nos da hecho y que poco tenemos que decir y menos hacer al respecto.

Sin embargo somos nosotros los que vamos tejiendo la malla aunque sea solo aceptando que no podemos tocar nada. Estamos repitiendo y ayudando a sostener ciertos patrones causantes de como es el mundo en que vivimos e incluso como lo percibimos.

Así, podemos estar desarrollando nuestra vida en base a un paradigma completamente alejado a la realidad. Un paradigma que nos asfixie,nos limite o incluso sea dañino para nosotros mismos y el devenir del mundo.

El primer paso es tomar consciencia de que nos mueven las creencias. De que cuando actuamos de cierta manera, es porque tenemos una manera de pensar sobre eso, una creencia que nos determina a actuar así (o dejar de actuar) y que condiciona nuestro camino y nuestro resultado.

Debemos pararnos a analizar nuestro enfoque vital, nuestro paradigma.

Podemos hacerlo en cada parcela de nuestra vida y descubriremos las premisas de fondo que subyacen de cada acción.

Cuando hagas este proceso de abstracción será muy buena señal porque lo harás desde una mirada externa a la malla de creencias, fuera del enganche de la propia creencia y estaremos en realidad conectando con el yo más profundo, con la esencia, con la verdad.

Es desde este punto cuando vamos a ser capaces de descubrir de manera no subjetiva, desde el Sentir, con ojos, los patrones que nos rigen tanto a nosotros como al mundo que nos rodea.

Desde ese punto vamos a ser capaces de detectar incongruencias, empezar a destapar las mentira que nos envuelven y nuestras propias creencias erróneas basadas en esa percepción distorsionada de la realidad.

Es el momento de desmontar la estructura para tener la oportunidad de volverla a construirla de nuevo pero con mejor orientación.

Es un punto de partida más cercano a la verdad, a la esencia. No tenemos la verdad absoluta pues nos falta un conocimiento completo de todo. No somos Dios sino parte de Dios. Pero si tenemos en nuestra mano poder revisar lo que creemos, si está alineado o no con la Ley Natural, si es algo que crea desarmonía o sin embargo crea desorden, si me dirige hacia el bien o está alineado con la incorrección, con el mal.

En este punto hemos de recordar la importancia del «Yo creo, yo creo». Porque tras tomar consciencia de que hay creencias que generan patrones de conducta, debemos tener claro que esto nos convierte en agentes de creación y pasamos a crear en base a lo que creemos. De ahí la importancia de asumir la responsabilidad que está en nuestras manos, la importancia de revisar nuestras creencias y elegir conscientemente y dirigirlas hacia la corrección generando una nueva malla que conforme un nuevo paradigma, un enfoque vital más en consonancia con el Sentir, más armonioso.

¿En que creer pues?

En primer lugar dejar de creer en aquello que no se sostiene, que es artificioso, que contradice nuestro Sentir o incluso nuestros propios sentidos. Aunque tenga el peso de «la historia», la tradición, del «siempre ha sido así», aunque se declare como verdad oficial en los medios de comunicación. Si es incoherente, si me relega a una posición de miedo, de obediencia, si me limita, si me impide elegir, si es destructivo, si es fantasioso, si va contra-natura lo voy a descartar y voy a abrir el Alma, Mente y Corazón a redescubrir como está formándose el mundo para así incidir en que se modelo de una manera mejor.

Cuando estoy en ese punto me reencuentro con la avidez de conocer, aprender, ampliar mi atención, ir en búsqueda. Nuestra misión esencial es la de desplegarnos en búsqueda de la verdad para poder ser más en esencia, ser Dios en experimentación.

Una vez hemos salido de la cárcel de las creencia y estamos abiertos a recibir la información vamos a empezar a conocer y desde ahí, aplicando el discernimiento y el filtro del Sentir, vamos a empezar a Saber y podremos decidir hacia adonde dirigirnos, es decir , en que creer.

Desterramos lo antiguo y viciado y acogemos lo nuevo con toda su potencialidad. Evidentemente vamos a tener mil opciones que generarán mil oportunidades.

En ese punto debemos optar por una construcción positiva y no destructiva. Ojo! es fácil llenarse de una visión negativa cuando descubrimos que en muchos aspectos hemos sido engañados desde la infancia y vemos el mundo en que vivimos es un desastre y esta basado en creencias completamente falsas, en paradigmas incluso inmorales e inhumanos. Pero no debemos caer en la trampa. Conocer la verdad nos hace más libres. Es el momento de tomar la responsabilidad y elegir, y elegir bien, con ganas. ¡Manos a la obra!

Si está en nuestra mano nos vestiremos de creencias que nos ayuden a generar un nuevo paradigma más hermoso, armonioso, con buenos cimientos. ¡Ojo! No quiere decir que deba optar por construir en base a aquello que me hace feliz y desterrar a aquello que me recuerda el engaño y el caos. No podemos creer en un nuevo paradigma completamente fantasioso que me aleje de la realidad, me abstraiga del compromiso creativo y me lleve a vivir «en el mundo de yuppie» y no en esta Tierra. Estaría creando algo fuera de contexto vital.

Tus creencias han de ir alineadas con la vida y siempre he de ir contrastando lo que creo, es decir, como me muevo, con lo que se va conformando en mi entorno.

No te diremos pues en que creer,  pero te diremos que creas, que tengas la certeza de que tienes el poder creativo y la responsabilidad por tanto de creación. Cuando sientes esa comunión con la creación lo ves todo con nuevos ojos, sientes la divinidad y todo es posible (¡viva al imaginación creativa!).

¡Cree!. Interioriza el poder de la sencillez cuando construyas tus creencias y tu vida. Hazlo desde un paradigma sencillo. En la sencillez reside la verdad.

Cree en tu capacidad creativa y aprende a creerte en las decisiones que tomes. Solo así aprenderás a disfrutar del camino y creerás y crearás con alma las metas que imagines y diseñes.

Imagen de Tumisu en Pixabay

Cree y crea dinámicas que te hagan minimizar tus miedos y te den el coraje, la constancia y la paciencia para seguir adelante con energía.

Cree en el poder del agradecimiento. Es la actitud positiva que te hace descubrir lo mejor de cada situación y de la gente que te rodea, aunque eso no signifique que evites detectar los patrones negativos, la verdad de lo que es, pero te sitúa a ti desde un enfoque transformador que te da el poder de superar obstáculos y es más, de utilizarlos en positivo. Agradecer todo. Lo que ya es positivo de per se y todo puede tener un enfoque positivo.

Cree en la importancia de aprender cosas nuevas. Es la única manera de avanzar y no anclarte en tus creencias. El mundo está vivo a partir de nuestra acción creadora y solo si tenemos ganas de crear, si estamos abiertos al cambio, vamos a poder transformar nuestra mentalidad en nuestro día a día y ponerla en manos de nuestro Sentir, y crear con éxito. Es decir, con conciencia de lo que estamos haciendo y así, si hace falta, en un momento dado, rectificar nuestro rumbo, adoptando nuevas creencias más acordes a nuestra mayor comprensión del mundo.

A eso se le llama «Conciencia de Vivir«.

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