Quizás no lo recuerdes, o no te hayas parado a tomar conciencia de ello, pero es esencial que entiendas que el MUNDO NO ES LA VIDA.
Escuchamos constantemente «La Vida es injusta», «La Vida es muy dura», «La Vida es así, que le vamos hacer», cuando en realidad nos estamos refiriendo al Mundo, ese mundo que hemos creado entre todos y co-creamos cada día, donde vives, donde te relacionas. Y sí, co-creamos, porque aunque no quieras reconocerlo o no seas consciente de ello, tu formas parte de la co-creación de ese mundo que te envuelve.
Si bien los principios de la Vida, sus leyes naturales, son los que son, y no podemos hacer nada para cambiarlos, ya que están fuera de nuestro poder creativo, el Mundo que creamos sobre la Vida, sus leyes, sus normas, son creaciones nuestras y por ende, podemos actuar sobre ellas, modelarlas, adaptarlas.
¿Cuantos mundos existen en la Tierra?…¿Quizás el mundo que vive un asiático es el mismo que el que vive un europeo?¿O el mundo que vive una persona en la ciudad es el mismo que se vive en un pueblo? En cambio, la VIDA ES, en todos los lugares de este maravilloso planeta Tierra.
Si la vida subyace, el mundo envuelve. El caramelo es la vida, y no el papel con la que la liamos. Es irrelevante para la Esencia que continua siendo la misma, a pesar de lo que diga fuera, de como lo etiquetemos. Sin embargo puede resultarnos engañoso si esa manera de etiquetar la Vida, de no comprenderla bien, de no representarla bien acorde lo que es, nos produce engaño o equivoco.
La vida es sencilla, sus reglas, sus ciclos son sencillos y se abren paso en su fluir de manera armoniosa.
El Mundo lo hemos puesto de manifiesto para representar en un plano de realidad una manera de expresar esa Vida.
Pero cuando realizamos esta manifestación con mecanismos contrarios al compás de la vida, no es sustentable, se producen desavenencias, no hay ritmo, no hay equilibrio, ni música. Es una manera limitada de representar la vida. Es incompleta. Lo que yo veo dista de lo que tu ves.
Lo más parecido a ver la Vida en el Mundo sería que yo viese en plenitud, según mi Sentir, acorde a la vida y que tu hicieses lo mismo. Entonces la Vida se manifestaría esplendorosa y la armonía reinaría en el mundo.
Sin embargo nos quedamos en un plano carente, desconectado, y entonces el Mundo se apodera de la vida que ya no es Vida. El mundo toma entidad propia y se desarrolla hacia un rumbo caótico y desprovisto de Esencia. Entonces, nos sentimos en un sueño, en una pesadilla incontrolable, y nos asfixiamos, nos dejamos asfixiar por el mundo y por sus reglas, que son reglas del mundo y no de Vida y olvidamos que esa realidad externa la controlamos nosotros en verdad.
Pero al hacerlo inconscientemente, o al negarnos la posibilidad de actuar para modelar a son Vital, el Mundo se convierte en una cárcel donde nuestro carcelero somos nosotros mismos.
Pero si nos paramos, si Sentimos, escuchamos la Vida latiendo en cada uno de nosotros: Borrón y cuenta nueva, pero en esta Vida.
Podemos cambiar el devenir del Mundo, del que percibimos si empezamos por prestar atención a nuestro propio día a día.
Pequeños pulsos creando en conciencia, provocarían un nuevo paradigma en el mundo para que sea, para que pueda estar más vivo que nunca.
Conecta con la vida, conecta contigo y podrás lidiar con el mundo pues tu tendrás la habilidad de sortear las trabas del mundo:
- Primero reconociéndolas como antinaturales,
- segundo decidiendo como actuar para dar fluidez a tu Sentir,
- y tercero, consiguiendo poco a poco modelar aquellas partes del mundo que están a tu alcance.
No te dejes amilanar por el Mundo y por las voces que te hacen empequeñecer como creador, co-creador del mundo.
Viste a tu caramelo con el vestido que le toca, que no es otro que el que deja ver, oler, saborear su Esencia, que es la tuya.
Como siempre decimos, pinta tu cuadro con los colores de la vida. Ese es tu objetivo vital.
Ahora párate a pensar cuales son esos colores, tus colores. Quizás sea el momento para mirar ese otro Mundo, el de dentro, y una vez lo conozcas, puedas plasmarlo fuera, como se merece.
El Mundo Interior comprende la Vida. El Mundo exterior espera ser Vida plena.
El Mundo Interior tiene alma. El Mundo exterior, por muy animado que parezca, no conseguirá tener alma si tu mismo no se la pones, pues es tu propia recreación y debes concienciarte de ella y disfrutar con la magia de plasmar la vida en tu realidad.
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