El origen del mal que aflige al mundo: Vivir en el Engaño

Abr 2022

En primer lugar hemos de distinguir «vivir en la mentira» y «vivir en el engaño».

«Vivir en la mentira» haría referencia a un tipo de personas donde el relativismo moral es la base de su existencia, que son capaces de hilvanar historias a conciencia solo en busca de su mayor beneficio. Gente veleta, sin valores, sin compromiso, donde lo que hoy es «A» mañana puede ser «B» y juega con la mentira como instrumento para perpetrar sus fechorías y su deambular materialista y sin sentido. Gente que no conoce el sabor de la Verdad, que escogen mentir como forma de vida alejada de la honestidad. Pero no hablaremos sobre ello en este artículo.

Vivir en el Engaño

Cuando hablamos en «vivir en el engaño» pensamos en aquellas almas que ya sea por exceso de confianza en lo externo, ya sea por miedo, por conformidad, por falta de Sentir, aparcan a un lado la búsqueda de la Verdad que debería ser el motor de nuestra existencia, para llegar a descubrir realmente quienes somos y desarrollarnos en esencia.

Vivir en el engaño significa no plantearnos dudas, dejar de descubrir y resolver con la experiencia las incógnitas aquello que percibimos, que sentimos. Es entrar en la rueda del mundo sin rechistar y dar por hecho que es lo mismo que la rueda de la vida. Es justificar todo aquello que hacemos, lo que nos pasa, lo que pasa en el mundo, adecuándolo al relato oficial para ser aceptados por la sociedad, para evitar enfrentamientos y evitar dolor.

Es vivir la vida, ya no con ojos de niño (pues los ojos de niño suelen ver la naturaleza de la realidad mucho más cercana de lo que es, sin adulterar y sin engaño) sino con la responsabilidad de un niño. Es decir, que se dejan llevar de la mano, modelar y aconsejar por aquel que considera la autoridad, el adulto, el que sabe, el que manda, y se ve incapaz de romper la cadena de la obediencia para no perder la seguridad, el sustento.

Vivimos en un estado «hipnótico» donde somos tratados como seres incapacitados para el entendimiento, para la toma de decisiones, para tomar las riendas de nuestra propia vida. Desde pequeños ahogamos nuestra imaginación, absorbemos con inocencia la ficción que nos explican sobre el mundo que nos rodea y entramos en la rueda del mundo sin analizar lo que vemos (vemos lo que nos dicen que hay que ver).

Jugamos al juego de la vida sin desplegar nuestro potencial. Dejamos de ser quienes somos para pasar a ser asalariados de la película de sociedad que nos rodea, creyendo sin cuestionar lo que nos explican aunque choque con lo que percibimos con los sentidos y a pesar de que nuestro Sentir nos alerte de que algo no va bien.

Nos han hecho vestir un traje de vida que nos encorseta, antinatural, que no nos deja respirar, que no es nuestro.

Nos explican y nos hacen engullir unos paradigmas de base que hacen agua pero aún así montamos nuestra realidad en base a ellos, porque nos es más cómodo.

Entrenamos nuestro cerebro a tratar de ver las cosas como nos han dicho que son, tratando de justificar constantemente la mentira y justificando cualquier disonancia cognitiva con un lamentable «es que siempre ha sido así», o un «no puedo cambiar nada»,…

Eliminamos y desechamos cualquier evidencia que no entra en la línea de explicación vital aprendida. Aprendemos a no aprender, a no pensar y finalmente a no Sentir.

En lugar de desplegar el Ser, a jugar a la vida con todo nuestro potencial, pasamos con mediocridad por la vida, sin conocernos y sin darnos a conocer.

Aceptamos explicaciones incoherentes solo porque nos lo han dicho en la escuela o en la televisión, solo porque la mayoría dice pensar lo mismo.

Vivimos en una falacia dando más crédito a lo externo que a la verdad que forma parte de nosotros y nuestra esencia.

A duras penas rompemos con el sistema de vida que nos han impuesto. Hacemos amagos (ahora me siento un poco rebelde porque he sido capaz de manifestarme o estoy aprendiendo a ser autosuficiente), pero a continuación seguimos con el día a día, y cuando llega el lunes vamos a trabajar en la ocupación que nos entristece, que nos impide prestar atención a lo que el alma realmente anhela y solo porque está bien visto, porque es lo que hay, o porque me da de comer.

Romper los paradigmas falsos, que ahogan el Sentir, nuestra Esencia

Debemos ser capaces de romper la carcasa que nos oprime. De ser valientes, de desapegarnos de la historia, de lo que nos han dicho que es el mundo y como debe funcionar. Es un trámite que va a doler, un cambio de estado, un parto, pero hemos de enfrentarnos a esos miedos, a la sensación de que todo se tambalea y que nos hace aferrarnos al relato oficial o de la mayoría aunque tengamos evidencias de que es falso.

Suéltate. Solo si te sueltas vas a poder Sentir quién eres realmente y partir de cero desde donde estás ahora. No importa la edad que tengas, no sientas que has desperdiciado tu vida, el reto está en tu Sentir actual. Es el momento de acercarte a la verdad. No hay nada que de más satisfacción que alinearte con lo que es, situarte al fin en el rumbo correcto.

Si romper con las mentiras te produce dolor, recomponer el puzzle de la vida con más sentido te acerca a la armonía, a la satisfacción. A pesar de todo, vivimos en un mundo donde existe la belleza, porque la belleza está en ti mismo y puede plasmarla fuera con algo tan sencillo como destapar las mentiras putrefactas que nos rodean y empezar a devolver el orden y la justicia.

Cuando pones en marcha tu máquina de discernir, recabando pistas y mirando con nuevos ojos todo lo que te rodea, desvelando lo oculto, empiezas a disfrutar de nuevo de vivir, aunque no sea un camino fácil y esté repleto de incógnitas. Pero la vida tiene un nuevo sabor, el sabor del camino de la verdad y no hay marcha atrás.

A cada patrón de engaño que detectes le sigue una respiración profunda, un aliento interior de ánimo que te empuja a continuar como el héroe de tu propia vida que merece ser.

Desvelando el engaño ya estás contribuyendo a desarrollar una parte de tu misión. Y no hablamos solo de destapar la mentira de la historia, de como es el mundo, del funcionamiento de nuestro cuerpo, de la biología de nuestro entorno. Hablamos de desplegar todas nuestras capacidades innatas que también nos han ocultado.

Abre tu mente, abre tu corazón, tu imaginación creativo, y ponte en marcha con determinación. Eso es salir verdaderamente de la zona de confort, de la cárcel del confort.

La vida es algo maravilloso. La existencia un regalo. Vive la vida como un juego, un reto del descubrimiento del propio ser, donde ganas mientras más desveles y desmontes las mentiras que rigen el mundo. Donde tu esencia guía en coherencia con tu Sentir los pasos que das y te conviertes en un agente transformador que avanza con plenitud y sentido en cada segundo vivido. Te animamos a que te atrevas a ver el mundo al revés. ¿Qué ves?¿Qué Sientes? ¿Qué hay en tu mundo que aceptes como verdad pero no resuena en ti, qué se cae por su propio peso, qué es una contradicción?¿Realmente te gusta el mundo caótico en el que vives?

Empieza a sentir, empieza a imaginar.

¿Y si el Sol no está tan alejado?

¿Y si la historia…?

¿Y si la tierra…?

¿Y si el contagio…?

¿Y si yo puedo comunicarme sin palabras…?

Si empezáramos a proponernos a deshacer el engaño, la mentira, sería más difícil que los que viven en la mentira dominaran el mundo sin sentido.

No pretendas que no te engañen ya que no depende de ti, pero si puedes pedir descubrir el engaño, está en tu Sentir.

Liberando Mentes despiertas con corazones valientes.

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