En estos momentos (Marzo 2020), muchas personas nos encontramos confinados en nuestros hogares debido a la crisis provocada por la emergencia mundial sanitaria del Coronavirus. Para algunos, esta reclusión obligada por las autoridades, puede ser vista como una gran oportunidad, un regalo, para hacer una revisión de vida (como si fuera un retiro), y podemos aprovecharla para profundizar en nuestro autoconocimiento, tanto a nivel particular como a nivel familiar.
Como siempre, nuestra actitud ante cualquier situación, por crítica que parezca, determinará en gran medida los resultados y aprendizajes que podamos obtener de ella. Quienes puedan y tengan la oportunidad de disfrutar del presente otorgado, aprovechemos «todo el tiempo del mundo» que nos regala la situación.
A continuación, os proporcionamos algunos consejos que nosotros seguimos por si os puede ser de ayuda:
Aprovecha el momento para conectar con tu Sentir. Aprovecha el momento para la sencillez. Para darte cuenta que poco necesitas para vivir en esencia. Para reencontrarte con lo que te llena. Para reconectar con lo que realmente te mueve. Para ser creativo: «Tienes todo el tiempo del mundo», no hay excusas.
Quizás sea un buen momento para deshacerte de todo lo superfluo. Si eres capaz de vivir en poco espacio y con poco, quizás te des cuenta de que normalmente tu vida está llena de «cosas», cuando en realidad las cosas que realmente importan en la vida no son «cosas».
¿Puedes pasar sin acumular, puedes pasar sin consumir, puedes pasar sin centros comerciales, puedes pasar sin ocio externo?
Quizás en este momento, incluso gracias a la presión del aislamiento, valorases saber más cosas útiles, lecciones esenciales, naturales, antes que acumular tantos conocimientos y datos sin sentido.
Quizás sea un buen momento, una oportunidad, para vaciar tu mochila, tu casa de cosas superfluas e innecesarias que no te son de utilidad y llenan tu tiempo y tu vida.
Te proponemos hacer este ejercicio de saneamiento de autorevisión para quitar lo que te sobra y empezar a crear hueco a aquello que te va a servir.
Reflexiona y siente que cosas te son de utilidad, pueden aportarte a ti y a tu comunidad. ¿Qué necesitas para vivir en paz y en armonía?¿Qué te atrapa y te entretiene?
Qué este parón sea un «Reset» para ti y tu Gestión Vital Hoy ¡Ahora! Empieza por cosas sencillas.
Empezar a recuperar la auto-soberanía
Nosotros por ejemplo hemos sentido la necesidad de aprender a hacer pan. El alimento forma parte de aquello que nos es necesario para vivir. ¿Y Si en lugar de preocuparme de las colas en el «supermercado» y por la batalla de abastecerme, me dedico a aprender los conocimientos necesarios y a ponerlos en práctica para ser yo mismo quien genere mi bien?
Hacer pan, empezar mi huerto, aprender a hacerme mi ropa ¿Por qué no?
La situación actual nos demuestra que el mundo y el sistema puede cambiar y nos sitúa con nuestra propia mochila ante ese mundo que creamos. ¿Tu mochila está preparada para saquear/adquirir desde fuera, esperando solo recibir, que te den? o ¿Es una mochila «Doraemon» que te va a dejar ser protagonista y guionista de tu camino?
De que poco nos sirven tantas cosas que acumulamos. Aprovecha el momento para poner orden en tu espacio y en tu vida. Aprovecha también para sacar palabras de ti, conectar contigo y con tus mensajes. Que el sentido y el rumbo parta de ti. No entretengas tu cabeza con alarmismos, con los vómitos continuos de las noticias de la televisión que te martillean, te paralizan y te atontan. Aprovecha para ser tú y actuar como tú Sientes.
Actúa con criterio y sobre todo ¡sin miedo!
El efecto regenerador de la hibernación
Mientras las consignas sean estar contigo mismo, aprovecha el espacio y el momento para que este sea de paz y reequilibrio.
Estira tu cuerpo, descansa tu mente: ¡lo merecías! Siéntelo así.
No temas por los virus, los contagios, las paranoias y los alarmismos. Puedes seguir la norma del aislamiento porque te conviene para sanearte.
La hibernación es una estrategia maravillosa de protección, de ahorro. Una inversión de futuro para florecer. Pasa esta hibernación con plenitud y conciencia, ¡sin miedo!.
Aparca la tele y las alarmas. Todo pasará, pero quizás cuando tu vuelvas a abrir la ventana, te puedas mostrar con un brillo diferente y seas más tu mismo y no te hagan falta tantas máscaras que formaban parte de tu mochila diaria pero ni eres tú ni te hacen bien.
Comparte con nosotros si te apetece esos pequeños cambios, ese deshacerte de lo innecesario y ese invertir en ti mismo y en el equilibrio vital que favorecerá sin duda a tu entorno.
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