Cuando empiezas a ser más consciente de quién eres y qué es la vida, cuando comienzas a volver a Sentir y actúas acorde a ello, cuando vives con una mente despierta y un corazón valiente, en muchas ocasiones, se desvela rápidamente el sin sentido del mundo actual.
En momentos de flaqueza, lógicos de la condición humana, te sientes diferente, sientes que nadie te comprende, te sientes ridiculizado por expresar tu verdad sin miedos, te sientes rechazado cuando opinas, en muchas ocasiones, de forma totalmente diferente,…
Te es muy difícil encontrar personas en tu entorno más cercano con las que compartir, hablar, reír libremente de esa conciencia de vivir que se ha instaurado en ti y que te hace sentir en dicha y en paz cuando estás conectado con ella.
Todo lo anterior, poco a poco,puede que te genere frustración y que te lleve a que busques el aislamiento al sentirte tan diferente, no integrado.
No obstante, el aislamiento no es una buena solución en muchos casos. Somos seres sociales y es un ámbito que muchos debemos desarrollar para sentirnos plenos. Vivir en comunidad y establecer relaciones sociales es esencial (salvo en casos muy excepcionales).
Como remedio opuesto, puedes llegar a pensar desistir y volver a ser un autómata, a tu estado anterior, a la aparente comodidad que vivías, pero claramente, esta opción no te llevará a ser coherente con tu Sentir y con la conciencia de vivir que ya ha calado en ti y del cual no hay vuelta atrás.
¿Qué hacer entonces?
Aunque te parezca obvio, en primer lugar, conserva el ánimo. El ánimo te acerca a la vida. Pon tu alma en acción.
Por mucho que el sistema apriete. Por mucho que la situación parezca que ahogue. Por mucho que el mundo parezca que esclavice, nunca, nunca, nunca van a ser poseedores de ti, de tu esencia, de tu verdad y de tu vida, si tu estás conectado con quién eres.
Podría parecer que desde fuera guían tus pasos, construyen tu mundo, pero tú no debes actuar cómo un autómata, sino que con más razón que nunca, vas a tener que poner tu empeño en no desconectar con tu interior, en mantener tu coherencia con tu esencia.
No dejes de ser tu mismo y preservar tu armonía vital. Sin caer en conflictos o enfrentamientos, actuando con sabiduría, avanzando con la estrategia del camaleón. Sin armar mucho ruido. Sin tratar de convencer a nadie pero aferrándote a tu centro que es tu fuente de armonía gracias a tu Sentir.
La evolución silenciosa
Avanzar en silencio es muchas veces la mejor manera de avanzar. Cuando haga falta, colócate tu capa de invisibilidad y pasa desapercibido cuando te convenga.
Busca crear belleza y armonía junto a ti. Porque estas parten de ti mismo. No bajes la guardia. Ni te aflijas.
Mientras más cerca estés de las leyes naturales, más vas a poder sentirte empoderado y libre. Pero hazlo sin desentonar, aceptando lo que tienes a tu alrededor y transformándolo poco a poco, con naturalidad, con tu coherencia vital. Expandiendo poco a poco tu área de influencia para crear tu realidad.
Tu enfoque es básico. Tu tienes el poder. Si te sientes débil, desconectado, busca tus recursos. Recupera tu energía con tus viajes chamánicos, con tu animal de poder, con tus rituales, medita, ríe, deja que tu cuerpo y tu voz se expresen, conecta con tu ser interior, conecta con las estrellas. Ese es el primer paso.
A partir de que tu estés centrado, será más fácil mirar a los ojos a los demás, buscar señales para encontrar a otros con quien compartir el camino. Pero deberás estar abierto y sembrar para encontrarlos y reconocerlos. No pienses que el cambio con la reconexión con la naturaleza, con la vida, ha de ser generalizado. Cada cual lleva su ritmo y su intención. Pero seguro que sabrás reconocer las flores y las joyas del camino, aquellos que te harán bien. Entonces, simplemente disfruta, alégrate y comparte. Y riega esos lazos de amistad para que fructifiquen. A veces de una única semilla inicial, se va a generar un frondoso árbol. Todo a su ritmo.
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