En este artículo os queremos compartir contenidos referentes al libro «La biología de la creencia» cuyo autor, el doctor Bruce H. Lipton, es un reconocido biólogo molecular con estudios acreditados en el campo de la clonación de células madre.
Mucho se habla sobre el poder de la mente sobre la materia, incluso sobre nuestro cuerpo, sobre nuestra biología. Dada la transcendencia de este tema, en Gestión Vital Hoy tenemos numerosos artículos canalizados sobre creencias y paradigmas, ya que son determinantes en nuestros comportamientos y en «ahogar» muchas veces nuestro Sentir a través de la proyección del miedo. Disponer de un paradigma saludable acorde con nuestro Sentir es vital.
Pero ¿Qué hay de cierto en ello?¿que dice la ciencia al respecto?
Si recurrimos a la ciencia «oficial», o «cientificismo«, poca cosa podemos encontrar, salvo el dogma materialista tradicional, en el cual se impone la creencia determinista de que «la vida está controlada por los genes«, pilar de la medicina genética.
El doctor Bruce H.Lipton, que había estado sumergido durante veinte años dentro de ese dogma tradicional, cambió radicalmente su paradigma al respecto fruto de sus investigaciones de campo sobre la fisiología y comportamiento celular. Descubrió experimentalmente que la vida de una célula está regida por el entorno físico y energético, y ¡no por sus genes!. Y al igual que en las células aisladas, el carácter de nuestra existencia como seres humanos se ve determinado no por nuestros genes, sino por nuestra respuesta a las señales ambientales que impulsan la vida.
De nuevo, la práctica científica formal y no condicionada demostraba que el «cientificismo oficial» estaba equivocado y que sus bases en este ámbito estaban totalmente al revés de lo que mostraba la experiencia (como en tantos campos ocurre).
Y de nuevo, mientras el «cientificismo oficial» nos aboca a un mundo con una visión desoladora y desempoderada (nada podemos hacer ante los genes), la verdadera experiencia de la vida nos muestra un paradigma que nos devuelve a nuestro centro de poder.
Ahondando en sus investigaciones se dio cuenta de que podía cambiar el curso de su vida mediante el simple hecho de cambiar sus creencias, su manera de pensar. Comprendió que podemos alejarnos de la eterna posición de «víctima» de nuestros genes hereditarios para darnos un puesto como co-creadores del destino.
Como resultado de sus descubrimientos, escribió el libro «La biología de la creencia» en donde nos presenta una visión, basada en la verdadera ciencia, radicalmente diferente y alentadora sobre la influencia de la mente sobre nuestra bilogía y por lo tanto sobre nuestro estado de salud. Te adentrará fácilmente en este apasionante y transcendental mundo sin la necesidad de ser un especialista en la materia y sin renunciar a la profundidad de su análisis.
El resumen esencial del libro sería: La carga genética de todo ser viviente no sólo no determina las condiciones biológicas en la que se va a desarrollar, sino que ni siquiera es el factor condicionante fundamental. Lo que le condiciona como organismo vivo es su entorno físico y energético, que incluye la energía mental.
Nos alegra mucho comentar que lo resultados obtenidos por estudios realizados por el doctor Bruce H. Lipton y mostrados en su libro «La biología de la creencia» solo hacen que corroborar los contenidos de nuestros artículos canalizados en este ámbito.
Algunas pinceladas y pasajes que consideremos impactantes de lo que podrás encontrar en el libro son:
– Es la «percepción» del entorno de la célula individual, y no sus genes, lo que pone en marcha el mecanismo de la vida.
– La nueva ciencia de la Epigenetica: ciencia de la auto capacitación, el control sobre la genética. Las influencias medioambientales, entre las que se incluyen la nutrición, el estrés y las emociones, pueden modificar nuestros genes sin alterar su configuración básica. Y los epigenetistas han descubierto que esas modificaciones pueden transmitirse a las futuras generaciones de la misma forma que el patrón del ADN se transmite a través de la doble hélice. La supremacía del entorno. La nueva ciencia revela que la información que regula la biología comienza con «señales ambientales»
– Buenas vibraciones, malas vibraciones y el lenguaje de la energía.
– El poder de la mente sobre el cuerpo. La mente pueda anular la programación genética.
– La realidad del universo cuántico vuelve a unir lo que separó Descartes. Sí, la mente (energía) emana del cuerpo físico, tal y como Descartes pensaba. Sin embargo, la nueva visión de la mecánica del universo nos revela que el cuerpo físico puede verse afectado por la mente inmaterial. Los pensamientos, la energía de la mente, influyen de manera directa en el control que el cerebro físico ejerce sobre la fisiología corporal. La «energía» de los pensamientos puede activar o inhibir la producción de proteínas en la célula mediante las interferencias constructivas o destructivas.
– Las experiencias vitales de los progenitores modelan el carácter genético de sus hijos.
– La mente consciente: el creador interior.
– La capacidad de autoconciencia y autoobservación del Ser Humano.
– El dominio de la mente subconsciente sobre la consciente que nos impide muchas veces modificar creencias a pesar de que pongamos toda nuestra voluntad. La parte consciente y la parte subconsciente, son independientes. La mente consciente es la creativa, la que puede conjurar los «pensamientos positivos». Por el contrario, la mente subconsciente es estrictamente maquinal; repite las mismas respuestas a las señales vitales una y otra vez, para nuestra desgracia.
– El poder beneficioso del efecto «placebo» (pensamientos positivos) y el poder nocivo del efecto «nocebo» (pensamientos negativos)
– La importancia del entorno pre-natal y post-nata de los niños y niñas . Lo determinante que es tener una educación consciente por parte de los padres. La educación y experiencias en nuestra infancia programan gran parte de nuestra mente subsconciente.
– En palabras de Mahatma Gandhi: Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos se convierten en tus palabras, tus palabras se convierten en tus actos, tus actos se convierten en tus hábitos, tus hábitos se convierten en tus valores, tus valores se convierten en tu destino.
– La evolución nos ha suministrado un montón de mecanismos de supervivencia. Pueden dividirse a grandes rasgos en dos categorías funcionales: crecimiento o desarrollo y protección. Ambos son vitales.
– El miedo activa el mecanismo de protección y la alegría (el amor) facilita el la activación del mecanismo de crecimiento. El proceso de crecimiento es fundamental para nuestro desarrollo y regeneración. Solo podemos estar en uno de los dos estados a la vez. Estamos preparados para soportar periodos muy cortos (horas) y puntuales de miedo (protección), pero no para soportar largos periodos de stress bajo el miedo como lo hacemos habitualmente en la sociedad actual. Cuando estamos en el proceso de protección, dejamos de crecer y regenerar, y este último es el proceso en que normalmente deberíamos estar y que nos permite evolucionar. El miedo mata.
– Estamos hechos a imagen y semejanza del universo. El cuerpo como antena o aparato de televisión. La información y señales que nos llega del universo son nuestra consciencia divina (YO superior o espiritual) y nuestro cuerpo las sintoniza y conforma nuestro yo material con el cual normalmente nos identificamos como YO. Esto provoca una independencia total de la conciencia con la existencia del cuerpo. La señal seguirá en el universo independientemente de que la recepciones el televisor. Si el televisor se estropea, es cuestión de comprar uno nuevo y sintonizarlo.
– Los pensamientos positivos tienen un intenso efecto sobre el comportamiento y los genes, pero sólo cuando estamos en armonía con la programación subconsciente. De igual modo, los pensamientos negativos tienen también un poderoso efecto. Cuando comprendamos que estas creencias positivas y negativas controlan nuestra biología, podremos utilizar ese conocimiento para forjamos una vida saludable y feliz.
Podéis adquirir el libro en:
O si lo preferís, os compartimos enlaces a un audiolibro en youtube:
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