¿Cómo afectan las vacunas al Sentir?

Oct 2021

Con las vacunas simplemente estamos añadiendo una capa más, una coraza, al ya tan atrofiado Sentir.

Si a un corazón ya temeroso le añadimos más miedo…si a un cuerpo maltrecho le añadimos más tóxicos… si a un alma olvidada le quitamos la luz, nos vamos a confundir más y vamos a perder la conciencia de realidad y de nuestro Ser.

Es una manera de vivir cerrados a la vida. Drogados. En un mundo vomitivo, inaceptable. Es la única manera de seguir ahí, formando parte de algo tan antinatural, tan dañino, que ningún ser humano querría para si o para sus seres queridos.

Las vacunas consiguen eso, meternos en el juego ficticio de la sociedad de enjambre, que anula al espíritu, al Ser.

¿Por que insistes en dejar de ser humano?

El humano que se había tornado un número, y ahora se torna directamente en una máquina, sin alma, con un corazón donde solo hay espacio para el miedo a la vida, a lo natural, al individuo, con la mente atrofiada para discernir o pensar por uno mismo.

Desconectados del Sentir, con el corazón congelado, cedemos por completo nuestro Ser y nuestra vida definitivamente no nos pertenece.

Hasta ahora todo el mundo disponía de su conexión con el Sentir. Con solo pararse, mirar hacia adentro, era posible encontrar la propia brújula, la luz de la chispa divina.

Con la dinámica de las vacunas, cambiamos voluntariamente de bando. Nos alineamos en guerra contra la vida.
Esto provocará que muchos casos dejemos de vivir, es decir, muerte física, pues se hace muy difícil engañar a la propia naturaleza. Y en otros dejaremos de vivir pero de otra manera, muerte espiritual, pasando a ser carcasas desconectadas y atrapadas en las dosis de drogas llamadas vacunas para seguir «en funcionamiento», que no es lo mismo que vivir.

La carrera de la rata se habrá convertido definitivamente en el infierno. ¡Ni siquiera seremos la rata! Seremos el engranaje de la rueda perdiendo el propio yo para fundirnos en una máquina de muerte, la máquina de aplastar la vida tal como la conocemos, llena de espíritu, de empuje creador divino, armonía, belleza, alegría, amor.

Sin embargo, la chispa divina es eterna y aunque muchos ardan en ese infierno, la vida rebrotará abriéndose camino.

Así es, ha sido y será.

Confiemos en nosotros, colaboremos en encender nuevamente la chispa divina que quede aletargada en aquellos seres que lo necesiten. La chispa divina recompone, regenera y anula cualquier toxicidad, veneno, implante, maldición, desequilibrio y bloqueo.

Devolvamos la paz. Está en nuestras manos.

MÁS SOBRE LAS VACUNAS

Las vacunas son uno de los mecanismo más diabólicos y anti-natura que existen. Con ellas los hombres que juegan a «ser dioses» se sienten todavía más poderosos.

El objetivo es ese, simular a Dios, el Creador, controlar la Vida, controlarlo todo.

No hay mejor artimaña que hacer temer a la gente contra la propia vida. La vida que es Sabia, ordenada, increíblemente armónica, se visualiza como peligrosa.

La enfermedad forma parte de la vida. Es consecuencia de las desarmonías. Es un aviso de alerta de que se necesita un cambio, una acción revulsiva por nuestra parte para ayudar a volver al equilibrio.

Lo que se pretende con las vacunas es anular esta conexión, esta sabiduría, el Sentir y el estar conectado a Todo: a los ciclos, a la Vida. El hombre es «tan poderoso» que va a combatir a la malvada naturaleza que nos quiere destruir: Un discurso falso y de gran soberbia.

Creo el falso mal donde no existe y con ello creo el miedo y el falso remedio desde la mentira.

Todas estas acciones están dirigidas a deshumanizar, quitarnos poder, quitarnos conexión, quitarnos el sentido con la vida, confundirnos y finalmente enfermarnos de verdad.

Y no solo el cuerpo para hacernos creer que realmente tales enfermedades y peligros existen, sino el alma. El objetivo es desconectarnos de todo, dejar de ser naturales, pasar a ser mecánicos, aislarnos de lo natural, espiritual y de nuestra propia naturaleza.

No estamos en guerra con la vida, ni con lo natural. Nosotros somos vida y naturaleza, por eso es una falsa guerra que nos lleva a una autodestrucción como seres naturales.

No te subas a este carro de combate. Confía en la vida, en ti, en tu Sentir y Vive.

NOTA: Muy aconsejable el libro «Vacuna, una reflexión crítica» de Enrique Costa Vercher y Jesús García Blanca.

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