¡Vive y deja Vivir!

¡Qué esencial es esta frase!. Recoge la esencia de apostar por la vida. Siempre puedes decidir y siempre que puedas decidir apuesta por la Vida.

Pero lo primordial es el VIVE. Primero tienes que entender que hay que VIVIR. No dejar pasar la vida sin desbordarte en tu creatividad, SENTIR, experimentar.

Cuando te des cuenta que no solo tu eres lo importante sino que lo es todo, porque respetándote y respetándonos se teje el fluir vital, aparece el gozo de ver la magia en todo lo que nos rodea. Respeta y apuesta por la vida y libérate de querer controlar desde tu yo próximo a los demás y tu entorno.

Libérate y veras que el fluir es bello, inesperadamente precioso y que la incertidumbre es maravillosa.

¿Por qué nos cuesta? ¿Por qué una frase tan obvia resulta tan difícil? Cómo queremos vivir si no nos han dejado vivir. Cómo vamos a dejar vivir si no sabemos vivir. Desde que nacemos somos controlados, nos enseñan el control, la vida como cárcel, en donde interesa dominar, imponer, para que nadie se salga de las pautas. En algún momento, en un acto de valentía, debemos romper el círculo vicioso que nos atrapa en el desvivir conjunto.

Hay que romperse, desdibujarse de lo aprendido, siéntete agua, y desbórdate, llega a la ebullición y transfórmate. Olvídate de lo establecido y lo convencional. No hay mayor poder que no necesitar nada. No necesitar imponer a nadie, ni siquiera a uno mismo.No necesitar tener, posesiones o tener la razón. Qué equipaje más ligero proporciona!.

No temas perder si no retienes al amigo, al amante, a la madre, al hijo,…la vida es misteriosamente confluyente, un zig-zag de lazos y vaivenes que se separan y vuelven a unir. A veces se hacen marañas, no tenses, respira y deja vivir y ya nada se estancará, sino que el movimiento se volverá infinitamente armónico.

Intereses creados ¿para qué?¿por quién? Pregúntate.

Fluye, que todo fluya. No caigas en la tentación del control.

La Vida es sencillamente libre.