La «buena» disciplina antesala al FLUIR

Feb 2018

LA DISCIPLINA NO ESTÁ REÑIDA CON LA LIBERTAD

La disciplina no está reñida con la libertad del SER, más bien al contrario, gracias a la aplicación de la disciplina en la propia pauta vital, somos capaces de cumplir con el libre albedrío, somos capaces de elegir, es aquella herramienta a nuestro alcance que nos permite forjar nuestro futuro, nuestro sino, en consonancia con nuestra voluntad y misión vital.

La disciplina por tanto no se sufre sino que te llena de energía y fuerza el camino; es más bien una hacedora de recompensas, una varita mágica que te abre paso al fluir, al resonar con el entorno y el devenir que te permite avanzar con orgullo, satisfacción por el transitar de la VIDA que ahora disfrutas.

La disciplina es constancia, no va contranatura. Ello no significa que aunque te acaba haciendo fluir no implique superación esfuerzo, y la voluntad de decisión, que es una prueba.

Pero la Naturaleza es un ejemplo a tu alcance de constancia, ciclicidad y disciplina. Sabe cual es el camino a seguir y lo sigue. La disciplina es ritmo.

Cuando aplicas una buena disciplina en tu Ser y hacer, encuentras esa satisfacción y consonancia con el vivir, precisamente te aporta certeza de estar en buen camino, y por tanto colabora con satisfacer la alegría de vivir.

Los pasos son simples. OBSÉRVATE y SIENTE, DECIDE y SALTA! (actuar sobre la decisión) y repite, hasta que el engranaje resulte tan fácil y fluido que casi no notes que tienes pasos a seguir .

Siempre valórate!! Por estar ahí, viviendo!! puede que a veces flaquees, pero no importa. Retorna, redirige, sé libre de escoger tu camino y de pausarte y rectificar.

La mala disciplina es aquella impuesta, que no nace de nosotros, es adquirida y te hace sufrir y no al contrario. A veces es más fácil porque ya viene dada y no tenemos que escoger, sino subirnos a caballo de “lo que hay”. Eso no es amor por uno mismo, no es elección, te anula…

La principal diferencia entre disciplina y hábito es que el hábito es algo que te han puesto, que ni te planteas siquiera de donde ha surgido, que está ahí y a veces nos aturde y nos maneja; es un disfraz que nos va vistiendo desde que nacemos, desde que respiramos.

El hábito no tiene un fin precioso para ti, la disciplina sí. Imposición versus libertad.

Disciplina versus fluir, como ya he mencionado no están contrapuestos, uno habla del otro. Decidiendo fluir aplicas tus pasos, tu camino tu esfuerzo, tu sentir… En la disciplina mismo acaban teniendo tu fluir.

El tema de la disciplina y las leyes universales vendrá más adelante pero ya puedes intuir que las leyes son una muestra de disciplina natural, disciplina de la creación.

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