Un Dogma es «una doctrina o un sistema de pensamiento que se tiene por cierto y que no puede ponerse en duda dentro de su sistema. Sirve como parte de las bases fundamentales de una ideología o sistema de creencias y que no puede alterarse o descartarse sin afectar a todo el paradigma del sistema o la ideología en sí. El término puede referirse a opiniones aceptadas por filósofos o escuelas, decretos públicos, religión o decisiones promulgadas por autoridades políticas» (Extraído de la Wikipedia)

Resumiendo, podríamos decir que un Dogma es un sistema de creencias que se vuelve firme por convención, por tradición, incluso por resultados pero resultados de otros, de la vida de otros… o incluso por imposición. Un Dogma es una creencia que viene del exterior.

Recordemos que una creencia no es una Verdad en si misma. Una creencia es una idea o pensamiento que se asume como verdadero. Una creencia puede ser falsa y estar totalmente basada en una mentira, de forma accidental o intencional. De hecho, vivimos en un mundo de creencias falsas que nos limitan.

Toda aceptación de Dogma conlleva una pérdida de libertad, de autenticidad, de poder.

Aporta un amoldarse a algo externo que aunque pueda acercarse a una línea del propio Sentir personal no hace otra cosa que encasillarnos e impedir el sano desarrollo de la propia esencia creativa. Aceptando y dando por válido un dogma, estamos acallando la propia voz interior y priorizando la de otros. No hay libre discusión ni transformación. Nos cerramos las mil dimensiones del camino a trazar.

Los dogmas nos limitan.

Incluso, aunque estemos delante de una manera de hacer y enfocar la vida válida, quizás lo haya sido en excelencia para otro, pero puede que para nosotros no lo sea. Nos coarta la esencia. Nos condiciona la vida.

Los Dogmas nos atrapan y lo que sucede es que poco a poco se pueden ir desnaturalizando y se vacían de sentido y exigen que nuestro Ser se acomode a ello. Los dogmas en realidad se convierten en ruido, en restricciones.

Son creencias que se arraigan con fuerza en el corazón, estrujándolo y contaminando y distorsionando su propio latido.

El Sentir no necesita de dogmas.

El chamanismo vital promueve precisamente el huir de los dogmas. Priorizar el Sentir de la voz y maestro interior que te hace vivir en coherencia. Rechaza que el mundo exterior acalle al mundo interior. que el mundo exterior sepa más sobre lo que te conviene, o es correcto, que tu mundo interior.

El Chamanismo vital, te guía y nace desde dentro. Los Dogmas vienen de fuera y te atrapan.

Y no quiere decir que hayan dogmas que te puedan ser afines, pero de alguna manera te encorsetan, te impiden respirar sanamente.

Ten el coraje de seguir tu propio Sentir, ese Sentir que nos une. No consientas ni condiciones el vivir tu vida bajo el yugo de dogmas, derivados de la imposición o creencias de otros.

Los Dogmas nos aglutinan desde fuera. El Sentir nos une desde dentro. Uno es superficial el otro es profundo.

Cuando los chamanismos tradicionales se apoyan en dogmas y se vuelven rígidos, se convierten en «pseudo-religiones». Es decir, te atan, te atrapan, te cohíben, te oprimen.

El chamanismo vital nace del corazón, del maestro interior de cada uno y va en total consonancia con el principio de libertad y verdad y nuestra responsabilidad con la Ley Natural, los principios universales.

El chamanismo vital considera como válido el filtro del Sentir, que tenemos instalado «de serie» y nos conecta con la chispa divina. Es universal y nos es propio. No es ajeno a nadie. No depende de la cultura, de la época, ni del lugar,… Es intrínseco del ser humano en esencia. Desde siempre, para todos y en todo lugar. Así es, así ha sido y así será.

Cualquier distorsión, creencia que se presente o que se nos imponga como intocable, inamovible, como la única vía que choque con el filtro del Sentir, debería dudarse, analizarse y rectificarse.

Un ejemplo sencillo: Tenemos métodos que nos ayudan a conectar con el animal de poder, recuperarlo, etc. Unos pasos muy concretos que funcionan. Sin embargo, si tu voz interior conectada con el filtro de tu Sentir te invita con certeza a modificar algunos de esos pasos, haz de tener la confianza de escucharte y actuar en tu coherencia, sin miedo a equivocarte, a experimentar, a crear. Es un pequeño ejemplo aplicable a nuestro vivir diario.

Estamos rodeados de Dogmas en todos los campos, empezando por la «ciencia actual», bueno, el «cientificismo» para ser justos..

El chamanismo vital va unido a la creatividad e imaginación como herramientas divinas de empoderamiento y creación.

La seguridad viene de la certeza interior.

Tu eres el maestro y no cualquier Dogma foráneo, por muy reputado y extendido que esté, que suponga un adoctrinamiento/adiestramiento que no haga volar a tu alma con vocación de hacer brillar sus propios dones.

En el fondo, los Dogmas te llevan por un camino prefijado. En el mejor de los casos seguir un Dogma es un bien relativo.

Cuando haces tuyas estas formas de pensar y las incorporas tan marcadas, estructuradas, te estas castrando como agente creativo, a ti mismo y al mundo, ya que no olvides que tienes que aportar tu valor.

Evidentemente, un Dogma puede ser una buena fuente en el mejor de los casos. Puedes beber de esa fuente per convertirte en tu propio manantial, emanando.  La pureza interior tiene la capacidad y el impulso vital de transformar lo que viene del exterior.

¿Sientes que huir de todos los Dogmas establecidos te libera?
¿Sientes como se expande tu Ser cuando te liberas de las redes dogmáticas?

Atrévete y se por fin el Chamán que eres en esencia. Revisa y deshazte de los dogmas que te aprisionan.
Haz que tu vida recobre al máximo su sentido.
Siéntete pleno. Haz brillar tu chispa interior para sembrar en cada paso un mundo en armonía.

ALURA! La magia de la vida está en la Alegría del corazón.